Cuando uno se aloja en un hostel, hotel, pousada o whatever... El problema mayor al que uno se enfrenta es al de rezar a todos los santos para caer en un país, ciudad o provincia, donde los baños tengan bidé. Hasta hace unos meses, por lo menos, ese era el único inconveniente al que yo me enfrentaba en baños ajenos. Cuando llegué a Brasil y noté que acá el bidé no es un "derecho humano" - como yo lo considero - ni un objeto necesario, o utilizado a la hora de terminar de cagar, mi vida juro que cambió para siempre. Primero fui víctima de un profundo estrés, lo único que podía pensar es en el bolo fecal que iba a llevar en mi vientre durante todo el viaje, cual feto en embarazo psicológico. Estaba negada. Fue terminar de pensar eso y el culo se me cerró "de acá no sale nada" pensé. Después vinieron el pánico y la vergüenza de, en un caso hipotético, tener que enfrentarme a mirar cara a cara a una persona que podía llegar a entrar inmediatamente después que yo. Porque te puede tocar uno de esos hijos de puta que te miran con recelo o, incluso peor, con risita cómplice, esa que solo significa una cosa: El tipo esta pensando "ah chanchita, así que hiciste el número dos". O viceversa. El temita de tener que fumarme el olor de las deposiciones de otro que, encima, se viene alimentando de arroz y feijón a toda hora del día para mí era terrible.
Tener baño propio es algo que todos naturalizamos, lo vemos como algo normal, o quizás a mí no me entraba en la cabeza la movida esa de los sanitarios compartidos.
Los baños comunitarios no son una tarea fácil. De hecho uno no se imagina lo que puede realmente ser hasta experimentarlo en carne propia. En temporada alta, los baños compartidos pueden llegar a convertirse en algo parecido a la intersección de las calles Lavalle y Florida, centro bonaerense, un día de semana en hora pico. Tienen filas de gente esperando para entrar y más recambio de personas que las sucursales de la AFIP.
Cuando hay tanta demanda para ingresar a un lugar, es súper necesario ser conscientes de que tenemos a mano todo lo que vamos a necesitar, para que no nos manden - por pelotudos - al fondo de la fila por habernos olvidado algo. Les paso a enumerar el KIT de objetos indispensables a la hora de ir a un baño comunitario.
- Bolsa contenedora de objetos contundentes. Puede ser la del supermercado o, incluso mejor, una que sea resistente, sobre todo al agua y la humedad. Si llevan una de tela, a los pocos días va a tomar un olor a culo infumable y acuérdense que se guarda en la carpa, ese lugar "especial" en el que van a dormir después. Sacar el olor de una carpa es, incluso más difícil que armarla chicos.
Dentro de la bolsa van a poner lo siguiente:
- Papel higiénico / rollo de cocina (o, en el peor de los casos, servilletas del bar en el que desayunaron a la mañana, siempre que no sean esas lijadoras de culo que pueden usarse para armar puchos).
- Agua de culo. Atención! Este ítem es fundamental, recuerden que no hay bidé y bañarse cada vez que hacen cacona es una tarea tediosa, creánme. Va a llegar un punto en el que las va a dar paja ir a cagar, van a preferir aguantarse y eso no es bueno, chicos. Al final del día, en un país que no es el suyo, con otras costumbres y agua desconocida para el organismo - dependiendo de los alimentos que hayan ingerido - pueden meter hasta cinco duchas de corrido. Es un incordio, además todos te cargan después. Evitemos los baños innecesarios.
¿Qué es el agua de culo? Simple. Mi hermano menor denominó "agua de culo" a un novedoso invento que consta de una botella plástica llena de agua, en lo posible de medio litro (para que sea de fácil traslado) cuya única función será ser utilizada para enjuagarse el totó luego de haber hecho popó.
- Toalla / toallón / toallitas húmedas (esas que se usan para limpiarles el orto a los bebés, en lo posible sin aroma e hipoalergénicas) Para eliminar el exceso de líquido que el agua de culo dejó sobre nosotros.
- Jabonera plástica con jabón incluído. La jabonera es un MUST, es decir, es uno de los objetos básicos y más importantes que van a llevar consigo en su viaje, en todo su viaje. Fundamental que este siempre a mano. Además si pinta ducha rápida, ya tienen todo lo necesario.
En este kit, por las dudas, pueden incluír (dependiendo del tamaño de la bolsa contenedora) un Shampoo y una crema de enjuague (esto último solo para minas y metrosexuales). Sobre todo si en el lugar en donde paran hay un exceso importante de gente. Tengan en cuenta que no saben cuando van a volver a ingresar al baño. Dependiendo la hora del día, quizás les convenga hacer pis, caca y bañarse, todo de una... Sin tener que comerse una fila interminable nuevamente.
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