jueves, 12 de noviembre de 2015

La fuente de Sao Luis, un recuerdo de una época nefasta

La fuente, denominada así por lo que estructuralmente es, lleva dentro de su fachada de construcción de antaño una triste historia de un país azotado por una época nefasta, como la mayoría de los países que promulgaron el esclavismo como forma natural de vida.

A pesar de su aparente simpleza, es superficialmente una construcción imponente que sigue la estética antigua de toda la ciudad y esta representada por una pared subterránea al aire libre con algunos ventanales con rejas y, en su base, un rectángulo de poca profundidad lleno de agua - por el que antes podía entrarse, pero que el gobierno decidió deliberadamente cerrar para que turistas y locales no ingresaran - Es como un ángulo de 90º que en la parte inferior posee una canaleta central con un poco más de agua que corre interminablemente y lo que rodea dicho hueco no es más que un piso de piedra llano que muere en unas escalinatas que invitan a subir a la superficie, a la altura de la calle. Básicamente una especie de agujero tallado en la rúa. Tal es así que para poder observarla hay que mirar hacia abajo, asomándose a través de una baranda, parte de la misma fuente. 


Dentro de sus muros, perpetuamente sellados, yacen incontables almas de esclavos que arriesgaron su vida ingresando al monumento, impulsados por su afán de escapar de las cadenas que los despojaba de toda libertad posible. Personas desesperadas que entraban nadando a la fuente sabiendo fehacientemente que era la única salida posible y el único camino hacia su libertad.

La fuente, en su interior, tiene pasajes subterráneos que comunican varios puntos de la ciudad por las alcantarillas. Quien se animara a semejante aventura, podía recorrer Sao Luis por debajo de la altura del piso, paralelamente al resto de las personas libres que lo hacían desde la superficie. Esta era la motivación principal de los esclavos brasileros que, sin dudarlo, arriesgaban su vida ingresando en la fuente. Algunos lo lograron, otros fallaron en parte de su objetivo principal, puesto que si bien no pudieron salir con vida, murieron por una causa noble y en total y plena libertad. 

La fuente, en la actualidad, es un punto turístico cargado de historia. Al pie de la misma, en su base, se hacen, algunas noches, pequeños recitales, más que nada de tambores de crioula y ritos de macumba/umbanda también con percusión. Bailes religiosos con figuras de santos de piel oscura y ropas de colores brillantes. No se si es por entretenimiento local, cultura o simplemente para honrar las ánimas de todos aquellos caídos que ingresaron en la fuente y nunca pudieron volver a salir.

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